sábado, 2 de octubre de 2010

ENCUESTA DEL 30 DE SEPTIEMBRE

Encuesta del 30 de septiembre.


Encuesta de carne y hueso suelen llamar a la presencial y no a las tabuladas, que muchas ocasiones nos dejan turulatos. El 30 de septiembre Correa dijo sentirse  traicionado por la policía  pero calló el abandono de un pueblo que las encuestas de billete le habían informado lo respaldaban mayoritariamente.

A pesar de su total control de la televisión, las imágenes que nos brindaron denotaban un pobre respaldo. Personas  con pancartas y banderas de alianza país en pocos miles, dos o tres, y que todos sabemos que no eran espontáneas sino burócratas interesados, partidarios de Alianza País , unos cuantos curiosos y otros tantos, muy pocos,  en su ignorancia, convicción   y/o fanatismo, adoradores de Correa.

Eso en Quito. En las demás ciudades no hubo convulsión alguna a favor del buscapleitos. No debe haber alcanzado a comprender la falta de pronunciamiento popular en las calles respaldándolo a gritos. No podía ser. Ya buscará culpables.

El 30 de Septiembre supimos la verdad. Todos, incluido  él.

Tan insignificante apoyo  desdice  de las encuestas y nos trae a la realidad. La publicidad engaña. No hay tal respaldo. Todo es mentira.

Las FF.AA.lo respaldaron, pero pidieron, no como condición sino como favor, que  se revise la ley que afecta también a los militares, los subalternos lo presionaban para que lo haga. Correa dijo NO.

Ecuatorianos mueren por un acto inmaduro, torpe, camorrista de Correa. Es tan sin sentido.

Si su vida nunca estuvo en peligro, ¿Por qué ese exceso de violencia del operativo ordenado?  Va a investigarse este hecho o, como dijo Gustavo Adolfo: Dios mío qué solos se quedan los muertos.

Correa está en palacio pero el problema no se ha solucionado, hay una herida abierta y la sangre fluye rauda.

Ni golpe ni golpiza

En un atropello a la democracia que tanto reclama Correa ,su gobierno, el día 30 de septiembre , impidió a los ecuatorianos acceder a su derecho a la libertad de información y con el cuento de  una Cadena Nacional, se silenció a los canales de televisión no gubernamentales  y solo tuvimos la versión oficial de los hechos que se  suscitaban  y solo  de los que ellos querían informar, ocultando el acontecimiento de otros que por el despotismo que nos rige no consideraban de su conveniencia que el pueblo conozca.

La Cadena Nacional le puso candado a la información. Eso no es libertad. Eso es dictadura, como muchas otras actitudes de Correa en perjuicio de nuestros derechos que no están sujetos a su venia para que los ejerzamos.
El acto de insubordinación, gravísimo por cierto,  fue solo eso, no un golpe de estado. No hubo un solo líder visible, pero el poder mediático que con dinero nuestro maneja el gobierno lo vendió local e internacionalmente como un golpe de estado, llevando incluso a una reunión del UNASUR,  ridícula, obviamente reclamando por un hecho que jamás ocurrió. Era necesaria la reunión para victimizar a Correa y conseguir respaldo ciego de la comunidad internacional.

Las peticiones policiales fueron para que no sean perjudicados por una ley específica, no hubo requerimiento para deponerlo.

Hace rato que vivimos en una dictadura y la OEA y demás gobiernos deberían  ser más responsables de sus pronunciamientos cuando apoyen a un gobierno bajo la falsa premisa que su Presidente, una vez elegido en las urnas ,es constitucional, aunque en el ejercicio del poder se convierta en  un déspota. ¿A quién se debe la OEA, a los pueblos de los estados que la conforman o a sus presidentes?
A propósito, ayer no se dictó estado de excepción alguno, al menos no fue publicado en el Registro Oficial, ni se ha conocido su borrador siquiera.


Jaime Vernaza Trujillo


¿Estado de excxepción o excepción de Estado?

Según el art. 164 de  la Prostitución de Montecristi ,el Presidente de la República podrá decretar el estado de excepción en todo el territorio nacional  por  grave conmoción interna ,  observando  los principios de necesidad, proporcionalidad, legalidad, temporalidad, territorialidad y razonabilidad, debiendo contener  las medidas que deberán aplicarse, los derechos que podrán suspenderse o limitarse y que constan en el art. 165 que los individualiza , entre ellos, “ la  libertad de información, en los términos que señala la Constitución, pudiendo disponer censura previa en la información de los medios de comunicación social con estricta relación a los motivos del estado de excepción y a la seguridad del Estado.”
Como vemos, la  constitución obliga a que el decreto de estado de excepción contenga los derechos a suspenderse, respetando las exigencias de legalidad, necesidad, razonabilidad, etc.
Ese decreto publicado como Segundo Suplemento con fecha de ayer, lo único que ordena es:

“La movilización nacional y militar de las Fuerzas Armadas para garantizar la soberanía nacional y el orden interno en toda la República…”

Pues bien, o más bien, pues mal, el decreto de Correa no dispone nada sobre la prensa y sin embargo se obligó a los medios televisivos a callar hasta segunda orden. Acto arbitrario  e inconstitucional cometido por un gobierno que reclama irónicamente respeto a la democracia y que  constituye un vejamen   a los ecuatorianos que queremos estar informados por medio de canales varios e independientes que nos den credibilidad por su trasparencia.

Lo absurdo es que el requisito constitucional para la declaración de estado de emergencia en caso de grave conmoción interna no se ha dado, tanto así que en el primer artículo del decreto de excepción, el propio Correa confiesa que no se ha dado, sino que PODRÍA darse.
La Constitución exige que HAYA conmoción interna, no de que haya la posibilidad de que se  dé, lo que constituye un acto arbitrario, ajeno al debido proceso y en desmedro de nuestros derechos, veamos:
“Artículo 1.- Declarar el Estado de Excepción en todo el territorio nacional, en razón de que algunos integrantes de la Policía Nacional han distorsionado severamente o abandonado su misión de policías nacionales y por ende sus deberes consagrados en la Constitución y la ley lo que podría  generar gran conmoción interna…”

PODRÍA es la palabra que usó Correa en su Decreto de Excepción ,que como queda dicho y confesado con firma y rubrica de parte, deja sin piso constitucional su expedición y publicación.
Vemos a un secuestrado firmando un decreto de emergencia para que se proceda contra sus captores.

Y es que mi tierra linda el Ecuador tiene de todo.