sábado, 3 de octubre de 2020

Democracia patrañera, eres solo una embustera que somete a los ilusos de criterio muy obtuso.

 
La Constitución al hablar de los derechos de participación incluye el de elegir y ser elegidos.

La Función Electoral tiene como finalidad asegurar que las votaciones y los escrutinios traduzcan la expresión auténtica, libre, democrática y espontánea de la ciudadanía y garantizar el perfeccionamiento de la democracia.  

Ok, ahora bien, si yo tengo derecho a ser elegido y alguien tiene derecho a elegirme, esos derechos se conculcan y violan la constitución cuando se vota por plancha.

Me explico, el que quiere elegirme es porque piensa que yo soy digno de representarlo, pero al elegirme, sin desearlo está eligiendo también a otra gente que está en la misma lista y que muy posiblemente ni la conozca o le cause repudio.

No es pues una elección “auténtica, libre, democrática ni espontánea y, obviamente, no garantiza el perfeccionamiento de la democracia, TODO LO CONTRARIO. 

Está eligiendo también a quienes NO QUIERE ELEGIR. 

¿Quiénes eligieron a los que nosotros terminamos eligiendo sin quererlo ni desearlo?

Exacto.  Los dueños de los partidos políticos que son los que aprueban las listas en plancha y mezclan en ellas excremento con vómito, salvando una o dos excepciones.

Correcto. Esas listas no permiten discernimiento y consecuentemente en su elección no encontraremos ni expresión auténtica, ni libre ni democrática y mucho menos espontánea que garantice el perfeccionamiento de la democracia. TODO LO CONTRARIO.
 
Las elecciones son patrañas convertidas en guadañas de nuestras aspiraciones, mofa de la democracia convertida en dedocracia por los partidos políticos, parásitos empedernidos que se niegan a morir.

Democracia patrañera que hace imposible surgir.

Jaime Vernaza