domingo, 22 de abril de 2012

ASAMBLEA VASALLA


ASAMBLEA VASALLA

La primordial responsabilidad de  una Asamblea Nacional para el ejercicio de su constitucional actividad es la de respetar y  hacerse respetar  de cualquier otra función del estado que pretenda convertirla en su vasalla.

Es particularmente repulsivo lo público y notorio de la indigna sumisión de la función legislativa a la función ejecutiva , permitiendo a consciencia un repugnante despotismo que nos priva a los ecuatorianos de la seguridad jurídica a la que tenemos derecho, más que como derecho constitucional, como derecho humano.

Ya no se trata solamente de ver con pena el desvergonzado alzar de manos respaldando decisiones ajenas aunque no comulguen con las propias, se trata, ya sin estupor, de ver como el ejecutivo veja públicamente a los asambleístas.

Salvo escasas voces  de algunos de ellos a quienes ya nadie escucha con credulidad, lejos de reclamar lo impropio de dicho proceder, ahora bajan  la cabeza temerosa y asumen una posición de humildad que nada tiene de cristiana y todo de ausencia de dignidad. Infame reacción que desnuda la interioridad de quienes así proceden.  Talvez llamar Vasalla a la Asamblea es halagarla, llamémosla mejor: rastrera. Es mi opinión.


Jaime Vernaza Trujillo.