martes, 14 de abril de 2015

¿CUMBRE DE LAS AMÉRICAS O DE RAUL CASTRO?





¿CUMBRE DE LAS AMÉRICAS O  DE RAÚL CASTRO?

Odio tener que reconocer a un sanguinario  dictador su habilidad para manipular a presidentes latinoamericanos y robarse el show de una cumbre destinada a “Prosperidad y Equidad”, catapultándola  a nivel mundial como una cumbre  con su nombre y apellido, cuya importancia suprema la tenía su agenda con los Estados unidos de Norteamérica. 

Bien por la posibilidad de una relación que reemplace a una fallida de tantas décadas, mal porque para lograrlo abusó de los complejos y  sumisión a sus designios de sus secuaces, entre otros,  del deportista Morales, el Colombiano Maduro y Open English Correa.

A todas las cumbres los presidentes van a pasear, a figurar, a dar discursos demagógicos, a decir todo lo malo que hicieron sus antecesores que no hayan sido de sus partidos o movimientos y, algunos, para ser creíbles, hasta reconocen ciertas falencias de sus gobiernos, que prometen solucionar.

Dan datos estadísticos preparados por ellos mismos que con mentiras  aplauden sus logros. Sonríen, se divierten, luego anuncian que la cita fue todo un éxito y la prensa de sus países publica sus farsas sin contrarrestarlas mayormente y, acaso, muy tibiamente. 

En ésta Cumbre de Raúl Castro, los dóciles e incondicionales  secuaces arriba mencionados,  que no tienen culpa de nada, que son perfectos, que son  incomprendidos y calumniados por los medios de comunicación no gubernamentales,  hubieran hecho quedar muy mal a los ciudadanos de sus países, al buscar enfrentamientos estériles que corresponden a sus aversiones  personales  y no de los ciudadanos de sus correspondientes estados,  sino fuera porque a estas alturas el mundo sabe de sus complejos, de sus arbitrariedades, de sus irrespetos a los derechos humanos,  de su despotismo, esto es ,que saben que no ejercen su poder democráticamente y  en consecuencia no nos representan.

De recuerdo ecuatoriano y latinoamericano de la  cumbre queda la sarcástica  respuesta de Obama a la prepotente aseveración de Open English sobre la libertad de prensa, frase con la que me permito concluir estas líneas:

"En Estados Unidos también hay prensa mala, presidente Correa. Pero la prensa mala sigue hablando en Estados Unidos. Si creemos en la democracia, creemos que todo el mundo tiene la libertad de hablar porque yo no confío en un sistema en el que solo una persona hace esa determinación. Si creemos en la democracia, significa que todo el mundo tiene la oportunidad de hablar y ofrecer sus opiniones para defender lo que opina…”

Y concluyo: Open English no lo entendió… y eso que se lo tradujeron.

Jaime Vernaza Trujillo.