¿CUMBRE DE LAS AMÉRICAS O DE
RAÚL CASTRO?
Odio tener que reconocer a un
sanguinario dictador su habilidad para
manipular a presidentes latinoamericanos y robarse el show de una cumbre
destinada a “Prosperidad y Equidad”, catapultándola a nivel mundial como una cumbre con su nombre y apellido, cuya importancia
suprema la tenía su agenda con los Estados unidos de Norteamérica.
Bien por la posibilidad de una
relación que reemplace a una fallida de tantas décadas, mal porque para
lograrlo abusó de los complejos y sumisión a sus designios de sus secuaces,
entre otros, del deportista Morales, el
Colombiano Maduro y Open English Correa.
A todas las cumbres los
presidentes van a pasear, a figurar, a dar discursos demagógicos, a decir todo
lo malo que hicieron sus antecesores que no hayan sido de sus partidos o
movimientos y, algunos, para ser creíbles, hasta reconocen ciertas falencias de
sus gobiernos, que prometen solucionar.
Dan datos estadísticos preparados
por ellos mismos que con mentiras aplauden
sus logros. Sonríen, se divierten, luego anuncian que la cita fue todo un éxito
y la prensa de sus países publica sus farsas sin contrarrestarlas mayormente y,
acaso, muy tibiamente.
En ésta Cumbre de Raúl Castro,
los dóciles e incondicionales secuaces
arriba mencionados, que no tienen culpa
de nada, que son perfectos, que son incomprendidos
y calumniados por los medios de comunicación no gubernamentales, hubieran hecho quedar muy mal a los ciudadanos
de sus países, al buscar enfrentamientos estériles que corresponden a sus aversiones
personales y no de los ciudadanos de sus correspondientes
estados, sino fuera porque a estas
alturas el mundo sabe de sus complejos, de sus arbitrariedades, de sus
irrespetos a los derechos humanos, de su
despotismo, esto es ,que saben que no ejercen su poder democráticamente y en consecuencia no nos representan.
De recuerdo ecuatoriano y
latinoamericano de la cumbre queda la
sarcástica respuesta de Obama a la
prepotente aseveración de Open English sobre la libertad de prensa, frase con
la que me permito concluir estas líneas:
"En Estados Unidos
también hay prensa mala, presidente Correa. Pero la prensa mala sigue hablando en Estados Unidos. Si creemos en
la democracia, creemos que todo el mundo tiene la libertad de hablar
porque yo no confío en un sistema en el
que solo una persona hace esa determinación. Si creemos en la democracia,
significa que todo el mundo tiene la oportunidad de hablar y ofrecer sus opiniones
para defender lo que opina…”
Y concluyo: Open English no lo
entendió… y eso que se lo tradujeron.
Jaime Vernaza Trujillo.