viernes, 4 de marzo de 2011

SOS FASCISTA

SOS  FASCISTA


Le dijo un ciudadano a Correa  y los militares que lo custodiaban le cayeron a patada limpia en la nuca y el  hígado, dejándolo adolorido y con vómito varios días. El ciudadano sin temor denunció la agresión en la Fiscalía y  Correa reaccionó advirtiendo una acción legal contra éste por haber cometido “DESACATO”.

De inmediato el fiscal del caso, sumiso al “fascista”,  en vez de defender al masacrado, amenazó una acción contra él por “insultar” al “presidente.” Correa además  lo tildó de  drogado, de que pudo haberlo matado, y  lanzó una perla:

 ¿Quién habla en sus cinco sentidos en argentino?   Y yo pensaba que Correa  era amigo de Cristina Fernández. ¿Será que el embajador argentino tendrá algo que decir? Pero en quechua, para que no lo crean loco.

Ahora bien, fascista es quien es partidario de esa doctrina o movimiento social y también  quien es excesivamente autoritario.

Debió haberlo llamado déspota que, si la RAE no está equivocada, significa:

1. m. Soberano que gobierna sin sujeción a ley alguna.
2. m. Hombre que ejercía mando supremo en algunos pueblos antiguos.
3. com. Persona que trata con dureza a sus subordinados y abusa de su
poder o autoridad.

El déspota que controla todos los poderes en base a la sumisión ilegal e indigna de lacayos , dice que al  pobre agredido, al que dejaron como a Beto, el de la tira cómica con el sargento, lo va a
acusar de DESACATO  , porque  según Correa decirle fascista es un delito  de DESACATO y está en el código penal.

Yo he encontrado solo dos veces la palabra desacato en el  Código Penal, una en el Art. ... (602.9).-  que habla del “Desacato militar o policial.-“y la otra en  siguiente artículo en el que me he permitido resaltar la parte pertinente al tema, y que dice:

“Art. 128.- El que públicamente, y fuera de los casos previstos en este Código, incitare o fomentare por cualquier medio el separatismo, (EL CHICO NO FOMENTÓ EL SEPARATISMO)  o el que ofendiere o vilipendiare a las instituciones públicas o a la Fuerza Pública,(CORREA NO ES “INSTITUCIÓN PÚBLICA”  NI “FUERZA PÚBLICA”) el que cometiere cualquier burla o desacato, con palabras o acciones, contra la Bandera, el Escudo o el Himno de la Patria,  (CORREA NO ES NI BANDERA NI ESCUDO NI HIMNO DE LA PATRIA) será reprimido con prisión de seis meses a tres años y multa de cuarenta y cuatro a ochenta y siete dólares de los Estados Unidos de Norte América.”

Si alguien ha ofendido y  vilipendiado   a una institución pública noble como es la Fuerza Naval, es Correa. Acaba de referirse a  dicha fuerza en términos denigrantes, acusándola de pedir dinero para hacer trabajos ineficientes  y lo hace públicamente,  para que todos sepan de su desprecio y lo compartan. Anteriormente acusó a las fuerzas armadas de estar a órdenes de gobiernos extranjeros.

 Claro, su amigo el Fiscal General, no va  jamás a proceder contra él ni los jerarcas de la fuerza naval van a reclamar. Saben bien lo que les espera si lo hacen. La Fuerza Naval quedará ofendida y se aplicará aquello de hacer  mutis por el foro.


Olvidan los agresores que es garantía constitucional el derecho a la integridad personal, que incluye la integridad física y  psíquica, por lo que patearlo entre varios y en el suelo, además de un acto de cobardía, es un delito  del que  lo que si conocen  es que no se va a sancionar.

Desconoce  el déspota que llamarlo autoritario es una suerte de ejercicio constitucional del derecho a la resistencia consagrado en su artículo 98, derecho que se puede ejercer frente a acciones u
omisiones del poder público que vulneren o puedan vulnerar sus derechos constitucionales, como es el sentir de una basta mayoría de ciudadanos y  por toda una gama de partidos políticos  de diversas tendencias y recogido por los editoriales de la poca prensa libre que
queda.

No le dijo ladrón, ni estúpido, ni imbécil ni nada sobre lo que si constituiría una injuria, lo que con justo derecho daría a Correa y a cualquiera, razón suficiente para ,sin ejecutar  a golpes al actor,
plantee  las acciones legales correspondientes.  Pero decirle a quien gobierna que es un fascista, esto es, que es  abusivo y  autoritario, constituye una forma constitucional de expresar el repudio a su gestión de gobierno, repudio que no pude ser sancionado sin atropellar los derechos humanos.

Jaime Vernaza Trujillo