sábado, 1 de octubre de 2011

A MERLE

                                                                                          Ya gracias al cielo bendito,

                                                                                          He querido no verte jamás.

                                                                                          Te lo digo con mi ser  contrito,

                                                                                          Mientras muere en mi aliento tu nombre

                                                                                          Y en mi mente tu faz  




Borracho de dolor a vomitarte vengo

Todo lo que ayer comer me hiciste,

Y  a vomitarte empiezo porque tengo

Nauseas del amor que tú me diste.



Bien sabes que comía  a camionadas

Esa materia del color de tu alma,

Mientras feliz con otro me engañabas,

Destrozando de mi ser la calma.


Vengo aquí a desearte de la suerte,

Aquella que me diste un día,

La peor, que te arrastre hasta la muerte

Encontrando mi desprecio por la vía.

Sabrás así lo mucho que sufrí al quererte.



Mentirosa fuiste y  traicionera

Interesada vana y abusiva

Eres solamente una cualquiera,

Rata mugrosa, mujer perdida,

De todas las mujeres maldijera

A aquella que cual tú daño una vida.



San Francisco, Ca, 1966




La carta que no escribiste.

Que si te extraño, preguntas, como me extrañas a mí,
Que si siento si mi vida ya no es vida si no estás,
Que si recuerdan mis noches la pasión que en ti sentí,
Que si un día te olvidara, tú jamás me olvidarás.

Que en tu cama solitaria aún te abriga mi calor,
Que mis besos y gemidos que estimuló tu ternura
Los reviven remembranzas de delirio abrumador
Y que por mi estás dispuesta a deshacer ataduras,
Que solo esperas te diga que te quiero cual tu a mi,
Que todo lo dejarías, que ya es mucha la amargura,
Que es mejor cualquier locura, no importa la envergadura,
Que a mi lado correrías, si yo te digo que si.


Las líneas que yo te he escrito y que no me has contestado
Me ocasionaron desvelos, me hicieron sentir muy triste,
Pretendieron recordarte que de ti no me he olvidado,
Y he narrado aquí arriba, ya de angustia perturbado,
Pensando que tu lo hiciste, la carta que no escribiste.