Es con profunda verguenza
Que estas palabras escribo.
El Guayaco está dormido
Y está en Quito la esperanza.
Veo al Quiteño aguerrido,
No se le ahueva al tirano,
Y al guayaco amilanado,
Y COBARDE NUNCA HA SIDO.
Veo a las fuerzas armadas
Con su prestigio perdido
Por el tirano capadas,
Su patriotismo dormido
Y por prebendas cegadas.
Se encargaron los Quiteños,
De Alfaro Lucio y Mahuad
Y el pueblo Guayaquileño
De preclaro antecedente
No podría estar ausente
Sin reclamar libertad.
Que estas palabras escribo.
El Guayaco está dormido
Y está en Quito la esperanza.
Veo al Quiteño aguerrido,
No se le ahueva al tirano,
Y al guayaco amilanado,
Y COBARDE NUNCA HA SIDO.
Veo a las fuerzas armadas
Con su prestigio perdido
Por el tirano capadas,
Su patriotismo dormido
Y por prebendas cegadas.
Se encargaron los Quiteños,
De Alfaro Lucio y Mahuad
Y el pueblo Guayaquileño
De preclaro antecedente
No podría estar ausente
Sin reclamar libertad.
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