EL DERECHO A DESCONOCER LO QUE LAS URNAS DIGAN.
sábado, 6 de febrero de 2021
viernes, 8 de enero de 2021
SI GANARA EL
FORO DE SAU PAULO
Hace pocos minutos conversando con un amigo le expresaba mi
desacuerdo con cualquiera que sea el resultado que aflojen las urnas si este
significa elegir a alguien que ha prometido someternos a su ideología y
disponer dictatorialmente de nuestras vidas y bienes, por mandato del Foro de Sau Paulo que ha destrozado naciones.
Sí, la mayoría, consciente o inconscientemente puede desearlo
y plasmar su deseo en las urnas, pero los derechos de libertad son innatos al
ser humano y no están supeditados a la aprobación de la mayoría.
Coloquialmente mi amigo lo explicaba de esta manera: Las
heces no son comestibles por más que millones de moscan piensen lo contrario.
Esa victoria, de darse, sería en realidad un nuevo flagelo a
la democracia cuya recuperación cada vez se hace más imposible, pues no veo a
autores políticos cuestionando LA CALIFICACIÓN de una candidatura cuya
finalidad es acabar con las garantías ciudadanas.
Eso es lo de fondo, más allá de lo ilícito de su calificación
tenuemente cuestionada.
Lo que nos lleva a las FFAA y PPNN con mandato constitucional
incumplido pues no han protegido nuestros derechos, libertades y
garantías. Veamos:
Art. 158.- Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional son instituciones de PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS, LIBERTADES Y GARANTÍAS DE LOS CIUDADANOS.
Por lo contrario, los jerarcas de las dos instituciones han
demostrado no obediencia a la constitución sino a los gobiernos de turno de los
que dependen sus ascensos no siempre legítimos pues muchos se han dado no en
base a méritos sino al grado de sumisión demostrada. VERGOGNA.
Las FFAA y la PPNN no tienen razón alguna para considerarse
incuestionables, pues se deben a la ciudadanía (no me gusta usar la palabra pueblo
porque huele a demagogia) y deben responder a ella.
Yo desde ya las cuestiono pues no se ha de permitir que nuestros
derechos, libertades y garantías ciudadanas los conculque una elección.
O defienden nuestros derechos o las tendremos de enemigas.
Feo decirlo, pero de ser así, cierto sería. Pregúntenle al pueblo venezolano.
Jaime Vernaza.
sábado, 3 de octubre de 2020
Democracia patrañera, eres solo una embustera que somete a los ilusos de criterio muy obtuso.
sábado, 19 de septiembre de 2020
LA HISTORIA DE MI CHANCHITO .
lunes, 11 de mayo de 2020
DERECHO A DEFENESTRAR
20:30 (hace 2 minutos)
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sábado, 9 de mayo de 2020
LA VISITA. |
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lunes, 27 de abril de 2020
RESILIENCIA
El gobierno y la ciudadanía , cada uno en su ámbito, deben admitir que aplicar la resiliencia es lo que toca.
Deben ambos demostrar su capacidad de sobreponerse a momentos críticos a los que un virus mortal de macabra actividad los ha enfrentado y aceptando la realidad presente, concentrarse en cómo dar solución al flagelo que pretende diezmarnos. Deben convertir sus problemas en oportunidades para superarlos.
Para ello ,que el gobierno acepte su ineptitud para gobernar así como lo delincuencial de su gestión, y entender que para derrotar la pandemia se requiere mantener en total confinamiento a la política , sus negociados, su demagogia y a sus protagonismos personalizados y miserables .
Son los técnicos , los más entendidos, los que a pesar de que nada en concreto se sabe sobre su cura ,en algo nos pueden orientar con sus análisis y experiencias propias y prestadas. Estaríamos en mejores manos si el gobierno les permite su guía.
La ciudadanía tiene que inferir que es su obligación empoderarse y hacerle sentir al gobierno que está para servirla ,no para someterla ,ni para convertirla en un frío y mentiroso número estadístico cuando una crisis azota.
La ciudadanía no puede seguir siendo dependiente permanente de sus familias, amigos, gobiernos o instituciones de cualquier índole.
Al hablar de dependencia no solo hablo del apoyo económico ,también lo hago en el campo de las libertades, pues no es sensato depender de los poderes del Estado cuando estos ,sin resquicio de duda alguna, comienzan a dar palos de ciego al atender los negocios del Estado, atentando contra nuestra vida y bienes.
No podemos permitir que los que deben de servirnos nos destruyan , mientras ellos, en su ignorancia, prepotencia o mala fe, usando sortilegios de variada especie , busquen soluciones inconsultas.
Ni el gobierno ni la ciudadanía , que deberían estar unidos y no están, pueden prescindir del optimismo, ni dejar de buscar y aceptar el cambio que debe ser para mejor en una sociedad más compasiva ,más fraternal y más humana. Tal ha de ser su compromiso.
Si habiendo un plan A este fracasa , habrá un plan B que lo reemplace. Solo la muerte dicen que es segura ,aunque recordarlo no me place.
Y es que al buscar lo mejor como salida, de asegurarnos debemos, que no sea a retornar al punto de partida que nos trajo a tan brutal acometida, cuya historia sabemos, sino al umbral de una apacible vida.